Los dos sentidos de la vida. Que la rutina sea sagrada y lo espiritual, algo cotidiano
Como antenas, estamos conectados
al cielo y a la tierra. Traemos ideas y proyectos y trabajamos para concretarlos. En ese movimiento permanente, a veces escapamos al vacío. ¿Podemos retomar la vía que conecte lo ya realizado, con esa fuente primigenia?