Aprender a decir no ¿Por qué nos cuesta tanto?
Para definir qué es importante y aprender a priorizar a qué le vamos a dedicar nuestro tiempo y dinero, hay que amigarse con una palabra mágica: el NO.
Aprender a poner límites es una virtud. Necesitamos permitirnos decirle NO a los otros y a uno mismo, sin culpa ¿Por qué tenemos que abarcarlo todo? ¿Cuándo es suficiente?