En ocasiones nuestros mayores miedos se hacen realidad. ¿Cómo podemos enfrentar esas situaciones?
El miedo se alimenta de dudas, de incertidumbre y de ilusión. Desconfiamos de nuestro poder, de nuestra capacidad personal.
Cuando nos permitimos pasar de la culpa a la responsabilidad tenemos la posibilidad de reparar los daños y transformar estas emociones en fuerza que nos permita dar un paso hacia adelante.
La paranoia hace estragos. Hablar de salud mental en una sociedad que estigmatiza no es fácil. Sin embargo, lo que es realmente difícil es asumir que algo falla dentro nuestro ¿o no?
Hay momentos que llevamos tatuados en la piel y otros que desaparecimos de nuestra memoria porque nos causan demasiado dolor, culpa y verguenza, hasta que en un momento regresan a nosotros para algo ¿Para qué?
“Dado quien soy, no puedo hacer esto” ¿ En que se basan estas creencias? ¿Cómo nos limitan? Cómo generar nuevas certezas e incertidumbres positivas?
Tenemos un presente que se ahoga entre los dolores del pasado y las preocupaciones del futuro. Mientras tanto la vida, precisamente eso que construimos en el transcurrir del tiempo, se nos escapa ¿Cómo recuperarla?
Es tan cómoda y tan segura que termina siendo una trampa. Asumir riesgos, transitar la incertidumbre y enfrentar el miedo puede llevarnos a una vida mejor. Consejos para animarnos a dar el paso.
